Terapia enfermedad psicosomática
En los últimos años hemos observado y participado en el espectacular avance de las disciplinas médicas y farmacológicas para el tratamiento de las enfermedades que nos aquejan. Sin embargo y a pesar de los enormes adelantos tecnológicos con los que contamos en la actualidad, a la hora de diagnosticar y tratar las dolencias y enfermedades se reconoce que no es suficiente.
Dado que el ser humano es, inevitablemente, un ser social al mismo tiempo que un ser biológico, un ser psicológico y un ser espiritual y siendo lo que enferma la totalidad humana, en toda enfermedad coexisten fenómenos de orden biológico, psicológico, social y espiritual.
Ante las dificultades y carencias que presenta el modelo médico, son diversos los autores que han sugerido la necesidad de elaborar una nueva conceptualización que permita comprender y controlar mejor el proceso de enfermar, permitiendo de esta manera superar la formulación dualista cuerpo-mente y abordar la enfermedad desde un punto de vista holístico.
El modelo bio-psico-social-espiritual plantea la integración de los cuatro grandes factores que determinan la salud y la enfermedad de las personas. Son factores de tipo biológico, psicológico, social y espiritual. Este nuevo modelo supera el reduccionismo del modelo médico, aceptando que la enfermedad tiene una causación múltiple, siendo a su vez múltiples sus efectos.
Se concluye entonces que:
- Es insuficiente elaborar un diagnóstico que esté únicamente mediado por condicionantes físicos, puesto que todo lo orgánico afecta a lo psíquico y viceversa. No podemos perder nunca de vista la parte psicológica y emocional del/a paciente y dejarnos cegar por el síntoma.
- Es imprescindible acercarnos a la parte subjetiva del/a paciente, entender cómo está viviendo la enfermedad, qué siente y cómo lo siente.
- Las situaciones vitales por las que atraviesan los/as pacientes tienen una enorme trascendencia, de ahí la relevancia de preguntar por los acontecimientos pasados y presentes que han vivido y pueden estar condicionando su estado de salud.
- Siempre que hay enfermedad, ya sea física o psicológica, existiría un beneficio secundario de tipo inconsciente que estará influyendo en el mantenimiento de dicho trastorno.
Cuando se aborda este tipo de enfermedades, no podemos centrarnos únicamente en el cuadro sintomático que presenta el/la paciente. Es fundamental conocer lo que ha pasado en su vida y no sólo los acontecimientos más recientes (que pueden haber actuado como precipitantes de la enfermedad) si no también los más remotos. El cuerpo guarda información de todas nuestras vivencias personales en un nivel inconsciente y el hecho de no recordar dichos aspectos de nuestra vida, no significa que no estén presentes e influyendo de alguna manera en nuestra mente y cuerpo.
Las personas no enfermamos de la misma manera. Incluso aunque hayamos estado sometidos/as a las mismas circunstancias vitales, los mismos estresores, etc., cada persona reacciona de una manera propia. Con frecuencia en nosotros mismos podemos incluso señalar uno o más ÓRGANOS “DIANA” que actúan de vía de escape de nuestra angustia y malestar. Es decir, mediante ese órgano “diana” expresamos el conflicto intrapsíquico que tenemos.
En consulta, se recopila ampliamente toda una serie de datos tanto psicológicos como físicos con el objetivo de asegurar que verdaderamente estamos antes un/a paciente con un trastorno de tipo psicosomático. Es entonces cuando se pasa entonces a observar en qué grado está implicado el cuerpo y en qué medida lo está la psique. Se trata de mostrar al/la paciente cómo desplaza sus conflictos en el cuerpo y enseñarle a que los muestre de manera más expresiva y psicológica. En definitiva, consiste en señalarle al paciente la manera que tiene de percibir su mundo emocional en un código de reacciones en detrimento de otro en el que primen los afectos. Así mismo, se va abordando la forma que tiene el/la paciente de manejar la información referente a sus emociones, así como los diversos mecanismos defensivos que maneja para no afrontar esta vida emocional. No hay que olvidar tampoco el valor que tienen en estos trastornos, el beneficio secundario y la ganancia inconsciente que representa para el paciente.
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Soy Carlos Calleja Blanco, Graduado en Psicología por la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), con la mención en Psicología de la Salud. Desde el año 2011 llevo dedicándome a la labor del crecimiento personal y el autoconocimiento, inicialmente en primera persona y ofreciendo esa evolución a aquellas personas que vienen a consulta en búsqueda de ayuda y de respuestas en mi labor como psicólogo en León.
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