Meditación
La palabra meditación deriva del vocablo latín “mederi” que significa sanar. La meditación puede considerarse como un PROCESO DE SANACIÓN (mental, emocional y espiritual) con probados beneficios en el plano físico. Si tenemos la suficiente inteligencia para reconocer nuestras emociones y pensamientos negativos (en la mayoría de nosotros es lo predominante en nuestras vidas), además de reconocer que el estrés no es una parte normal de una vida de plenitud, entonces podemos cosechar muchas recompensas por la práctica constante de la meditación y del proceso gradual de sanación que ésta brinda.
Una de las definiciones más sencillas de meditación es “EL USO CORRECTO DE NUESTRA MENTE”. Su propósito inicial no es negar nuestros pensamientos, sino tomar consciencia de nuestra mente, lograr dominar la actividad mental y generar la más alta calidad de pensamientos. Con el tiempo y la práctica, podemos disminuir la velocidad de los pensamientos e ingresar en el espacio interior de nuestra propia consciencia, donde no hay pensamiento consciente, sólo silencio.
Debemos ser pacientes con nosotros mismos y darnos tiempo y espacio para desacelerar nuestro ritmo interior natural. En la raíz de todas las formas de estrés, tanto el pensamiento perezoso como el distorsionado se encuentran detrás de las diversas emociones que nos provocan tensión. En la mayoría de las culturas desarrolladas, nadie nos dice que somos responsables de nuestros propios pensamientos y emociones. Nos perdemos la posibilidad de aprender la lección de la propia responsabilidad interior, que nos recuerda que creamos nuestra propia tensión en la vida, por la manera en que percibimos y respondemos a los demás y al mundo. Al contrario, nos enseñan que los demás son responsables de lo que pensamos y sentimos. Entonces, proyectamos nuestra tensión en los otros, bajo el espejismo de los demás son los responsables de nuestro sufrimiento. Nadie nos enseña cómo pensar. Sólo nos dicen qué pensar en cuanto a la información que nos proporcionan pero no cómo diseñar nuestros propios pensamientos, no cómo extraer la sabiduría innata y los valores esenciales que hallamos dentro de la consciencia de todo ser humano.
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Soy Carlos Calleja Blanco, Graduado en Psicología por la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), con la mención en Psicología de la Salud. Desde el año 2011 llevo dedicándome a la labor del crecimiento personal y el autoconocimiento, inicialmente en primera persona y ofreciendo esa evolución a aquellas personas que vienen a consulta en búsqueda de ayuda y de respuestas en mi labor como psicólogo en León.
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